La derrota del último partido de la selección mexicana en la fase de grupos cayó como balde de agua fría, dejo muchas dudas en la parte defensiva y poco o nada en la parte ofensiva, pero también como grupo se obtuvieron enseñanzas que bien aplicadas pudiera ser fundamentales para enfrentar el siguiente cotejo, que ni más ni menos se da contra el pentacampeón mundial, Brasil. El profe Osorio fue el primero en reconocer que se tuvo un mal planteamiento ante los Suecos, quedo desprotegido en el juego aéreo y le costó el partido, pero Brasil es otro animal, transita mucho más por la media cancha y sus delanteros buscan casi en todas hacer la individual.
Brasil por su parte, finalizó la fase de grupos con una victoria cómoda mostrando su futbol, la mayor preocupación fue la lesión de Marcelo durante el partido, que lo tiene incluso en duda para los octavos de final contra México. En general el equipo de la Canarinha mostró poca disposición defensiva, pero con la pelota en los pies y yendo al frente es la selección más peligrosa del mundial junto con Bélgica. El Jogo bonito impera en la cancha cada vez que se presenta Brasil, han sabido enaltecer una vez más esa idea de juego, esa identidad que los caracteriza y los ha llevado a ser campeones mundiales. Su parado táctico no se modifica ni se ajusta de acuerdo al rival, juegan 4 – 4 – 2 con un rombo en media cancha, con Coutinho y Neymar como principales armas ofensivas.
La selección mexicana necesita recomponer el camino y diseñar una estrategia de acuerdo a las circunstancias, Brasil ataca con 5 y hasta con 6 jugadores por delante de la línea de la pelota, esto pone mano a mano a los defensas y medios de contención contra jugadores habilidosos que buscan la individual, con regate, tiro e incluso la posibilidad de buscar una pelota filtrada o la pared, una verdadera pesadilla, sin embargo hay formas de poder contrarrestar estas cualidades o al menos mantenerlas contenidas para evitar que hagan daño, Osorio es uno de los DT’s que más estudian a los rivales y seguramente colocará contramedidas para tratar de sacar ventaja y proponer un partido en donde saque ventaja de los espacios que deja atrás la selección de Brasil, y confiar en el vértigo del Chucky Lozano, la visión de cancha de Vela y el siempre atinado movimiento al espacio del Chicharito para cascar una pelota al frente y convertirla en un gol que modificaría las circunstancias del partido.
Sin duda el mejor partido de los cuartos de final, por lo que pueden llegar a ofrecer los dos equipos si salen enganchados, los estilos se prestan para propiciar un juego abierto con llegadas de gol en ambos marcos, sin dejar de lado la consolidación de la generación dorada, en ambas escuadras están jugadores de alto octanaje que espera hacer combustión a la más mínima provocación y avanzar a gran velocidad a la siguiente fase, la competencia se reflejara palmo a palmo en el terreno de juego y se definirá en la recta final del partido.
Que gane el futbol, siempre.
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